Osasun mozal-lege? Pedir un aumento de recursos para la sanidad pública, puede perjudicar seriamente su puesto de trabajo
2016/03/01 | Artículo original insurgente.org |
Une batez gelditu eta pentsatu: ze nolako osasun zerbitzuak nahi ditugu? Pribatizazioarekin eta zerbitzuak kanporatzearekin osasun kalitate maila jeistea besterik ez dugu lortzen, denontzako zerbait dena gutxiengo batentzat bihurtzea, giza eskubideak galtzea. Kontzertazioek negozioa besterik ez dute helburu. Osasunarekin ez da jolasten. Osasuna ez da salgai.
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) destituyó ayer de manera fulminante al director gerente de los hospitales Carlos Haya y Clínico, José Luis Doña, a causa de sus enfrentamientos con la Administración regional para lograr recursos para la sanidad malagueña.
Doña llegó al cargo en septiembre de 2014 sucediendo a Carmen Cortes y poniendo paz en tiempos convulsos. A su predecesora no le tembló el pulso para poner en marcha los recortes que le exigían desde Sevilla y su falta de diálogo con los sindicatos y la prensa le hicieron tener más enemigos que amigos en la sanidad malagueña. Ayer, la situación era justo la contraria. José Luis Doña recibió formalmente su destitución en un consejo de dirección urgente convocado el jueves que truncó la Semana Blanca de más de un alto cargo y la noticia consternó a muchos. A primera hora de la mañana se conocía que ya no estaba al frente de los más de 9.000 trabajadores de la sanidad de la capital y se sabía de manera oficiosa –que no oficial– que le iba a suceder Emiliano Nuevo, gerente del complejo sanitario de Jaén y antes subdirector del Virgen de las Nieves de Granada. José Luis Doña conoce de cerca la sanidad malagueña, motivo por el que fue nombrado en 2014 tras haber gestionado varios años la subdirección médica quirúrgica. Su amabilidad le convirtió en el candidato perfecto para una sanidad con miles de profesionales descontentos –muchos de ellos al 75%– y con una más que manifiesta falta de presupuestos para acometer mejoras asistenciales. Precisamente las cuentas han sido las responsables de la destitución de Doña, un médico al que no le han cuadrado los números en estos largos meses y que ha intentado tener contentos a los de arriba y a los de abajo. La unificación de los complejos sanitarios Carlos Haya y Clínico, la falta de recursos asistenciales para hacer frente a más contrataciones y evitar engrosar aún más las listas de espera y el descontento de los trabajadores por saturación han sido los principales caballos de batalla de Doña, que ha hecho malabares por que los resultados fueran positivos. Su espíritu conciliador en las reuniones con los trabajadores ha contrastado con las que mantenía en Sevilla, donde no ha dudado en exigir para Málaga los recursos que necesita para que deje de ser la provincia que casi siempre está a la cola en las estadísticas de la salud de la comunidad autónoma. Aunque sus peticiones de inversión al SAS han sido numerosas y constantes ha habido tres asuntos que le han llevado a ser más beligerante si cabe con sus jefes: la petición de un acelerador nuevo para Carlos Haya, una resonancia magnética para el Materno Infantil y personal nuevo – que no del Clínico– para el Hospital del Guadalhorce, aún por abrir y que dependerá de la dirección que ahora abandona. Su lucha constante parece no haber sentado muy bien y fruto de ello ha sido su destitución y el nombramiento de un médico completamente ajeno a la provincia de Málaga. Emiliano Nuevo.
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